enBarcArte 2019
Participante en el 2º Festival enBarcArte de instalaciones artísticas en el contexto urbano.
El proyecto que este año presenta en EnBarcarte se titula Insulomanía, una dolencia del espíritu que se refleja en la obsesión por las islas. Hay personas a las que las islas les resultan, quién sabe por qué, irresistibles. El simple conocimiento de que se encuentran en una isla, en un pequeño mundo rodeado por el mar, les llena de felicidad.
“La idea de Insulomanía surgió tras leer un libro de Rafael Argullol en el que habla de una experiencia suya en la que se queda atrapado en la Isla de Cuba con una lesión importante en la espalda. Por esos años yo estaba tomando un medicamento para una dolencia de estómago y sentía afinidad por su experiencia en la isla” explica el autor.
Su forma de trabajo parte siempre del dibujo para, poco a poco, ir moldeando la idea y descubrir de qué manera es mejor representarla. No decide de antemano si va a hacer fotografías, vídeo o pintura, sino que deja la idea se vaya apoderando del proceso.
“Empecé practicando con medicinas y dibujos de islas pero no acababa de estar muy satisfecho. Cuando Jorge Barredo me propuso la participación en la exposición con la temática de Las Vidas Humanas lo vi claro, debía retomar el tema del dolor, y de las islas como refugio y paraíso. Dejé a un lado el dibujo imaginario de las islas para trabajar directamente con dibujos de órganos del cuerpo humano que, modificados con pintura y texturas, recordaran a esas fotos de islas paradisíacas vistas desde el cielo.”
En Insulomanía el autor utiliza los medicamentos como material pictórico.
“Las texturas provienen de medicamentos que son utilizados para una dolencia del órgano que he utilizado. El concepto es fácil pero contundente: Isla de Adiro es una isla con el collage de un corazón, y el medicamento que utilizo es Adiro, que es utilizado para la recuperación y prevención de infartos. Para un enfermo su isla paradisíaca y soñada tiene nombre de medicamento.”
“La idea de Insulomanía surgió tras leer un libro de Rafael Argullol en el que habla de una experiencia suya en la que se queda atrapado en la Isla de Cuba con una lesión importante en la espalda. Por esos años yo estaba tomando un medicamento para una dolencia de estómago y sentía afinidad por su experiencia en la isla” explica el autor.
Su forma de trabajo parte siempre del dibujo para, poco a poco, ir moldeando la idea y descubrir de qué manera es mejor representarla. No decide de antemano si va a hacer fotografías, vídeo o pintura, sino que deja la idea se vaya apoderando del proceso.
“Empecé practicando con medicinas y dibujos de islas pero no acababa de estar muy satisfecho. Cuando Jorge Barredo me propuso la participación en la exposición con la temática de Las Vidas Humanas lo vi claro, debía retomar el tema del dolor, y de las islas como refugio y paraíso. Dejé a un lado el dibujo imaginario de las islas para trabajar directamente con dibujos de órganos del cuerpo humano que, modificados con pintura y texturas, recordaran a esas fotos de islas paradisíacas vistas desde el cielo.”
En Insulomanía el autor utiliza los medicamentos como material pictórico.
“Las texturas provienen de medicamentos que son utilizados para una dolencia del órgano que he utilizado. El concepto es fácil pero contundente: Isla de Adiro es una isla con el collage de un corazón, y el medicamento que utilizo es Adiro, que es utilizado para la recuperación y prevención de infartos. Para un enfermo su isla paradisíaca y soñada tiene nombre de medicamento.”