Supongo que con este post me meto en un jardín del que posiblemente sea muy difícil salir, pero que actualmente supone un problema importante a la hora de poder desarrollar la dirección artística de una manera adecuada. Antes de nada me gustaría decir que lo que expreso aquí es una opinión personal, que no pretende ofender a nadie, y cuya intención es describir una situación muy común que preocupa mucho a la profesión a la que pertenezco. Considero que la situación es tan compleja que a veces carezco de respuestas, por eso escribo este post. 55 INTERIOR HABITACIÓN MARIO. Mario está leyendo en su habitación. Es una pequeña habitación llena de pósters y fotografías de sus grupos de música favoritos. También hay algún cartel de cine de alguna película de serie B de los años 50. Sobre su escritorio hay un tablón, lleno de recuerdos de adolescente. También hay postal de un cuadro de Hopper y una fotografía de un bosque con pájaros. Marío escucha música de un Ipod con los auriculares y sigue con un par de lápices el ritmo de la batería cuando entra su madre. MADRE (gritando un poco) ¿Qué haces? MARIO (quitándose el auricular) Estudiar MADRE ¿Así? MARIO Son los Foo Fighters mama, me ayudan a concentrarme. En primer lugar necesitaremos el espacio arquitectónico. Una habitación con ventana y una puerta por donde entra la madre, tras esa puerta un mínimo pasillo a modo de forillo resultaría suficiente. Tanto si es una localización natural, como si es una construcción en un plató, el espacio arquitectónico no es un gran problema. A continuación seleccionaríamos el mobiliario de la habitación. Podría ser suficiente con una cama, un escritorio con silla, un armario, una estantería, quizás una cómoda. Tampoco supone un gran problema el mobiliario.
Por último seleccionaremos el material para ambientar la habitación. Lo que llamamos el atrezo pequeño o menudo. Todos los pósters de la habitación, un flexo, unos cuantos libros incluido el que está leyendo, el ipod con música de los Foo Fighters, los auriculares, el cartel de cine de la pared, lapices y bolígrafos, sabana, almohada, algo de ropa para tirar por la cama... La lista podría continuar hasta que queramos, pero en principio no es un material ni caro, ni dificil de conseguir Evidentemente, la selección del material está sujeta al tipo de ambiente que el guión quiere conseguir, si la casa es de clase alta, media, baja, si Mario es un chico ordenado o no, etc... El gran problema de esta secuencia, son los derechos de autor. Empezemos: MARIO ESTÁ LEYENDO EN SU HABITACIÓN. Vamos a ver la portada del libro. El director nos ha traído el libro de su adolescencia, le gustaría que lo pusiéramos. Aunque el libro es nuestro tendremos que pedir permiso para reproducir audiovisualmente el libro, pedimos permiso a la editorial y al autor. El libro tiene una portada que es un cuadro de Picasso. ¿Debería pedir los derechos de reproducción de Picasso? El plazo general de los derechos de explotación de la obra es la vida del autor y setenta años después de su muerte. Picasso murió en el 1962, luego todavía tiene derechos. La editorial cerró hace 30 años, no se puede establecer contacto. El autor murió hace 10 años. ¿Qué hacemos? SOLUCIÓN: Ante la duda, se cambia de libro. Generalmente se hace uno, lo que llamamos ficticio. Un libro falso que creamos de la nada, a veces nos inventamos el autor y el título, o utilizamos uno que haya perdido los derechos. ¿Quién le dice al director que no vamos a poner su libro? LLENA DE POSTERS Y FOTOGRAFÍAS DE SUS GRUPOS DE MÚSICA PREFERIDOS.Compramos revistas de música, buscamos las páginas centrales y colocamos en la pared los pósters. Es lo que haría un chico de 15 años. Todas las fotos de la revista poseen derechos de autor. Hay que hablar con la revista para contactar con el fotógrafo. También habrá que pedir los derechos a los grupos. Hay 20 pósters. Tres de los fotógrafos pertenecen a la VEGAP, una sociedad de gestión de los derechos de autor. Según sus tarifas 2013 para una reproducción audiovisual en los decorados en una serie de entretenimiento la base es 731 euros. Esa habitación la vamos a ver 4 veces en este capítulo. La tarifa de 1 a 10 presentaciones es multiplicar por 5 la base. Es decir 3655 euros. Como tenemos tres fotógrafos en la sociedad, la cifra es 3655 x 3 = 10965 euros. Con esa cantidad hacemos cuatro decorados como el nuestro. SOLUCIÓN: No ponemos pósters. El microfonista tiene un grupo y nos va a dejar unas cuantas fotos de su último concierto. También le tenemos que pedir que firme un contrato donde cede los derechos de esas fotos. TAMBIÉN HAY ALGÚN CARTEL DE CINE DE ALGUNA PELÍCULA AMERICANA DE LOS AÑOS 60 DE SERIE B Encontramos un cartel original en una feria de antigüedades. Ante nuestras dudas sobre si comprarlo o no (precio 30 euros) el dueño del puesto nos dice: "Hombre, eso cómo va a tener derechos" La productora ha desaparecido. El póster es una ilustración de una persona que firma como MFR. Sabemos que tiene derechos. ¿Cómo conseguirlos? SOLUCIÓN: Nos olvidamos del poster, en su lugar alquilamos un cuadro en CUADRO RENT, que nos dejan utilizarlo para el cine y la tv. TAMBIÉN HAY UNA POSTAL DE UN CUADRO DE HOPPER. Edward Hopper murió en 1967, luego tiene derechos. La posibilidad de conseguir los derechos y poder pagarlos en un autor tan famoso americano resulta bastante lejana. Hay que añadir, que aunque los derechos nos los cedan gratis, el dueño de los derechos debe firmar la cesión de los mismos a la productora, es la única manera de asegurarse de que en el futuro no haya problemas. Rodamos dentro de 4 días. En ese tiempo es imposible conseguir los derechos prácticamente de nada, la burocracia en este tema es lentísima. Podemos arriesgarnos a rodar con la postal de Hopper. Si después de rodado, no conseguimos los derechos, supone tener que rodarlo de nuevo, montar solo los planos donde no se ve la postal, o utilizar los efectos digitales para modificar la postal. SOLUCIÓN: No se pone. ... Y UNA FOTOGRAFÍA DE UN BOSQUE CON PÁJAROS. Hemos encontrado en el rastro un par de cuadros con dos fotos de bosques que nos han gustado. No sabemos de quién son, no están firmadas, ni pone nada por ningún lado. Las hago una foto y las paso por el Google Googles. Descubro que una de ellas es una reproducción de una fotografía de una autor famoso. De la otra foto no sabemos nada... SOLUCIÓN: No ponemos ninguna de las que hemos comprado. Buscamos algo que nos interese de un banco de fotos que "generalmente permite" su reproducción en el cine. La compramos, la imprimimos y la colocamos en el decorado, aunque sinceramente lo hacemos con un poco de miedo. Más barato todavía es entrar en Flickr con la etiqueta Creative Commons y rebuscar entre los millones de fotografías aquella que refleje lo que queremos expresar. Tendremos que atribuir la autoría de la imagen. Lo que parece una secuencia sencilla, se convierte en un verdadero problema. No son un problema en sí los derechos de autor, me parece lógico que los creadores reciban una compensación si alguien quiere reproducir su trabajo, otra cosa sería discutir los precios de ciertos derechos, que en ocasiones valen más que la obra. Lo que considero ilógico es el esfuerzo administrativo que se debe realizar para conseguir los derechos, y la lentitud del sistema que hace muy difícil no plantearse atajos, en muchos casos de dudosa efectividad. El medio audiovisual es muy dinámico y choca por completo con la lentitud burocrática. La dificultad para entender en muchos casos la ley hace que necesitemos un abogado especialista en propiedad intelectual en el equipo de decoración para hacer frente a este tipo de situaciones. Tengo la sensación de que la ley es tremendamente caprichosa. ¿Cómo puedo tener pagar derechos para que aparezca un libro en pantalla, y no porque aparezca un ipod? Resulta que las fotos de libros y revistas que he metido en otros posts de este blog son ilegales. Cuando necesito trabajar con derechos siempre tengo que tener un plan B, porque la mayoría de las veces no llego a tiempo. Solo comprobar las restricciones para subir fotografías en un banco de fotos le da a uno la idea de lo infinitamente complejo que es el problema. Es realmente frustrante, tener la foto, el cuadro, la ilustración, el libro delante tuyo y no poder ponerlo en el decorado. Puedo entender que uno tenga que pagar por una fotografía que es el hilo conductor de la película, pero pagar por unos pósters cuya intención es aportar carácter al personaje y que en muchas ocasiones estarán desenfocados o se verán parcialmente, me parece un error. Animo desde aquí a las entidades de gestión de derechos a buscar fórmulas para que a las productores les resulte interesante utilizar su banco de imágenes, quizás algo como una tarifa plana por utilizar ciertas imágenes independientemente del número reproducciones... Recientemente la poderosa Lions Gate Entertainment, productora de la serie Mad Men, ha recibido una demanda por utilizar en su cabecera la foto de una modelo "sin autorización". El entrecomillado es debido a que pueden tener los derechos de la marca del anuncio, o incluso los del fotógrafo que hizo la foto, pero no tenían el permiso de la modelo. Independientemente de quién gane en el juicio, la noticia es una demostración de que la situación es realmente compleja. ¿Tiene sentido volver a crear los carteles de los años 50 para recrear una serie de los años 50? "El Parlamento británico aprobó la Enterprise and Regulatory Reform (ERR), ley que permitirá por primera vez la utilización de las llamadas “obras huérfanas” con fines comerciales si una compañía demuestra que ha realizado una “búsqueda diligente” para localizar y contactar a su autor, pero que esta ha resultado infructuosa." No alcanzo a determinar si esa es la mejor solución, o es simplemente una ley que permitirá saltarse a la torera todos los derechos de los autores en beneficio de grandes corporaciones. No pretendo evitar pagar por algo que yo no he creado, pero sí creo que las cosas deben ser más sencillas y más transparentes. La fotografía que ilustra el post es un decorado de la película "Las tierras altas", todos los cuadros y fotografías del decorado fueron realizados por mí para evitar conflictos con los derechos de autor.
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Los tiempos han cambiado, la verdad es que hace tiempo que he dejado de utilizar el dibujo para vender una idea. Puedo dibujar para aclarar un problema constructivo a un carpintero o para que se entienda una determinada forma, para estos casos el dibujo es lo más rápido y lo más eficaz.
Pero a la hora de presentar un proyecto he dejado de dibujar, dibujar con lápiz y papel. He pasado a "dibujar" con el ordenador, presentando bocetos más o menos realistas. Particularmente, busco en los bocetos no tanto acercarme a la realidad sino generar unos ambientes acordes con la idea que tengo del proyecto. Para mí, no es tan importante imitar el reflejo del agua, o el detalle de una moldura, sí es importante que se entienda que hay agua y que hay una moldura, pero no trato de engañar al espectador o al cliente con la realidad. Trato de explicar en los bocetos cómo va a quedar su proyecto, en qué se va a gastar su dinero, qué volúmenes vamos a conseguir, qué tipo de materiales vamos a utilizar. Creo que al cliente le da seguridad no tener que imaginarse cómo va a quedar, son imágenes con proporciones reales que se ajustan bastante al resultado final. Algo fundamental en este método de trabajo es la posibilidad de modificar colores y texturas fácilmente. Es fácil que a lo largo de la construcción del proyecto tenga que probar diferentes texturas en los bocetos finales, un papel pintado descatalogado o una tela que está fuera de presupuesto, hacen que tengas que probar otras opciones. Para ilustrar esta entrada he traído unos ejemplos de bocetos que tengo en mi portfolio. Pertenecen a la serie Imperium. En ellos se ven distintas versiones de color y el resultado final. Supongo que habrá gente que piense que abandonando el dibujo se pierde algo en la dirección artística, se pierde la magia de esos dibujos maravillosos que hemos visto de antiguas películas. Yo sinceramente no lo creo. No me considero un extremista, si he dejado de dibujar ha sido de manera natural y porque me resulta más cómodo plantear un proyecto al cliente de esta manera. Sigo presentando bocetos a dibujo cuando creo que es necesario. |
AuthorJorge de Soto Archives
September 2015
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