"¿Quién vive ahí?" es el título de una de mis dinámicas preferidas cuando doy clases de Dirección Artística. La utilizo para explicar, mediante la proyección de fotografías, cómo la arquitectura, la decoración, la colocación del mobiliario, lo sucia o limpia que está una estancia... nos determina o nos hace intuir si el lugar pertenece a una familia, a un hombre soltero, o si es una habitación de un piso compartido en Sevilla o un loft neoyorquino. Las estancias son capaces de darnos multitud de información de los personajes que las habitan. Edad, sexo, país, ciudad, pero también si es una persona ordenada, si es triste, si es simpática...
Aspectos que proyectamos en los sitios donde habitamos y muchas veces son invisibles en un primer vistazo. Por poner un ejemplo, podríamos realizar la dinámica con la imagen que ilustra esta entrada. ¿Quién vive ahí? En la foto vemos una primera estancia que funciona como cocina y también como comedor. Al fondo, una habitación que puede que sea un dormitorio, aunque no veamos la cama. En un principio parece que el lugar está habitado por una mujer: las imágenes con flores, el visillo de encima de la puerta, el mantel sobre la mesa, el pequeño espejo de tocador y los perfumes de encima de la cómoda así parecen indicarlo. Pero también vemos cómo hay ciertos elementos masculinos: cerca de la estufa hay una imagen de Napoleón y otra de varios animales en el campo, así como una pequeña talla de la quilla de un barco. Sobre la balda se sitúa una fotografía de un grupo de militares, probablemente uno de ellos viva en la casa. Encima de esa foto hay un retrato de una mujer enmarcado, sin duda ella es la persona de referencia. El detalle de las tijeras colgadas fuera del alcance de los niños y varias fotografías de ellos, me llevan a pensar que también habitan en la casa, pero puede que duerman en alguna otra habitación. Así podríamos seguir hasta el infinito... Con esta dinámica comprendemos la importancia de la Dirección Artística en el desarrollo de un proyecto a la hora de contar una historia al espectador. El público debería ser capaz de saber a qué personaje pertenece la habitación, sin que esté presente. Descubrimos cómo los detalles resultan ser importantes y son los que hacen que sea creíble que ese personaje se sitúe en nuestro espacio. Muchas veces tratamos de que nuestro decorado sea bello, olvidando con frecuencia que debe cumplir una función: ayudar a comprender a nuestro personaje. Si os habéis quedado con ganas de más, aquí os dejo unos enlaces que ofrecen más información de la fotografía de portada, y os ayudarán a encontrar dentro de ella cosas tan inesperadas como el gatito fantasma. Secondat y Shorpy Y os dejo algunas fotitos más, para seguir disfrutando...
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AuthorJorge de Soto Archives
September 2015
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