Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la profesión de dirección artística, y todo el medio audiovisual en general, es la inestabilidad. Inestabilidad de dos tipos: Durante la realización del proyecto. El horario, el lugar de trabajo e incluso el lugar de residencia, cambian de un proyecto a otro. Sólo un ejemplo: en la miniserie Marco teníamos 44 localizaciones diferentes. Rodamos en diferentes lugares de las provincias de Huesca, Málaga, Alicante, Madrid, Ávila... sin contar con que estuvimos en un barco durante una semana, haciendo escala en Lisboa y Tánger. Había muchas secuencias que debían ser rodadas de noche, luego nuestra hora y lugar de trabajo cambiaba prácticamente cada día. Entre proyecto y proyecto. En España, desgraciadamente, no existe una industria capaz de generar tantos proyectos como para que todos los profesionales que nos dedicamos a este medio estemos trabajando de continuo. Todos los proyectos en los que uno se embarca son finitos, todos acaban tarde o temprano. Es difícil hacer coincidir el final de un proyecto con el inicio de otro, puesto que muchas veces los factores que intervienen en el final y el comienzo de los proyectos no dependen de uno mismo. Así que uno se suele enfrentar a periodos de "descanso" hasta que comienza otro proyecto. Es difícil prever cuándo finalizarán esos periodos, así que es normal que estemos cerca del teléfono por si se adelanta (en el mejor de los casos) o retrasa el nuevo proyecto (en el peor y más normal de los casos) . Quizá es la inestabilidad la que te atrae de esta profesión, pero no por ello deja de ser dura. Pero...¡aviso a navegantes!: si quieres dedicarte a esta profesión, tendrás que convivir con esa inestabilidad. ¿Y a qué viene todo esto? El proyecto que he desarrollado esta vez en mi tiempo de "descanso" es un proyecto para ser compartido, por eso os lo traigo aquí. Se titula ¡Que tengas un buen día! Trata de influir positivamente en personas desconocidas. Está publicado en Verkami y aquí os dejo el enlace. Por supuesto admito comentarios, sugerencias y difusión. En mi caso la inestabilidad y el descanso trato de que sean productivos.
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Cuando uno se enfrenta a un nuevo proyecto de dirección artística lo que primero debe de hacer es documentarse. En ocasiones se descubre que ciertos elementos que se consideran actualmente modernos ya eran cotidianos en otra época. Esto ocurre actualmente con mucho mobiliario, utilizado hasta la saciedad en ciertos ambientes para dar un carácter moderno, y que, sin embargo, su diseño puede tener más de cincuenta años. Uno de los ejemplos más paradigmáticos es la silla Tulip,diseñada por Eero Saarinen en 1956. Este modelo se sigue fabricando en la actualidad por la misma marca que participo en su diseño original Knoll, además de por infinidad de fabricantes que, copiando su diseño, la venden a precios muy competitivos. Lo sorprendente es que se sigue utilizando para dar un toque contemporánea al ambiente. Nadie nos podría recriminar utilizar esta silla si queremos realizar un decorado de los años 60, sin embargo la utilización de esta silla en ambientes actuales puede hacer que el espectador sienta que el decorado no corresponde con la época que queremos representar. Os dejo un enlace en Pinterest en el que muestro más ejemplos de muebles aparentemente modernos. Son diseños que por su innovación y calidad han sobrevivido a la vida de sus creadores. También es verdad que en los últimos años este tipo de mobiliario se justifica en el ambiguo concepto "vintage" consiguiendo una fuerte popularidad, que los hace estar presentes en multitud de ambientes. En el año 2001, la Fundación Ico acogió una exposición de muebles de diseño de la colección Vitra Design Museum, editando una fantástico catálogo en español. No puedo evitar publicar esta fotografía de Kennedy y Nixon en el debate presidencial de 1960 sentados en la "moderna" silla Wegner.
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AuthorJorge de Soto Archives
September 2015
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